En el mundo de la publicidad el "Brief" es el documento que resume: el público objetivo, lo que el cliente quiere resaltar, el pedido específico que hace que un redactor creativo con su dupla piense y saque un concepto enfocado en ello y luego una idea divertida pero a la vez fuerte y nada desligada al pedido del cliente.
En teoría eso debería darse, y es lo que algunas agencias de Publicidad respetan porque sino pensar no tiene sentido. Pero otras agencias emiten este proceso y te dan "briefs" que ellos "creen que pueden ser". Es decir, te citan un día con desesperación (hablo esto porque mi carrera es la publicidad y me han tocado últimamente muchos casos así) te hablan las cosas al aire y luego tú tienes que estar apuntando como "una secretaria".
Lo más jalado de los pelos de todo esto es que te aseguran que ese es el brief, que no hay otro camino y que no habrían porqué equivocarse. Si estamos "más que convencidos que el cliente dijo eso". ¿pero...y el documento?
La cosa es que al final uno piensa con su gente, saca un concepto según el pedido, presenta la idea pulida (a veces hasta con bocetos) y que pasa, que recibes una respuesta así: ups eje! eje! (al estilo la chilindrina) se me chispoteó, me acaba de decir el cliente que el brief era otro.
Tú te quedas helado porque crees que hay una cámara escondida y que todo eso es una broma,
!pero no! era verdad, y pensaste un tiempazo por gusto.
En el mundo de la publicidad el que calla otorga. Y el que no pone las cosas en su sitio dejará que el tiempo siga y que cosas como estas sean muy normales.
Me vino todo este palabreo a la mente a raíz de haber pasado hace poco por una situación similar, que no deseos que no pase más, ni ningún !bacán, ixilinti!...
Aunque hoy en la mañana vi esa risa media chueca del director de marketing que te hace intuír muchas cosas, entre ellas que aparecerá nuevamente una campaña sin brief y que mi cara de "cámara escondida" se volverá a repetir.
Oh no por Dios, !debí ser cómico!
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